Jesucristo sacramento de dios en la iglesia.
Reconociendo que los sacramentos son signos por medio de los cuales Dios establece una pedagogía con la que se da a conocer a los hombres; entonces, debemos también reconocer que en Jesús no solo se encuentra la plenitud de la revelación, sino que también en El se encuentra presente la vivencia sacramental de la iglesia que ve en Jesús la imagen viva de Dios, por tanto Jesús es el sacramento del Padre y sabiendo que la iglesia es el cuerpo místico de Cristo, entonces así se ha de entender también la necesidad de la vivencia sacramental dentro de la iglesia universal. "En Cristo, el Dios invisible e inaccesible se hace cercano "El que me ve a mí, está viendo al Padre" (Jn 14,9); es la única realidad que expresa cabalmente lo que Dios es (Jn 1,18) y la que asume en plenitud la experiencia que de Dios puede tener el hombre. De ahí que podamos afirmar que Jesucristo es el sacramento por excelencia, el sacramento primordial, del que beben todas las demás realidades sacramentales"
Cristo es considerado con todo derecho como el sacramento primero de Dios, pues él es Dios de una manera humana y es hombre de una manera divina. Ver a Jesús es ver a Dios; oír y palpar a Jesús es oír y palpar a Dios (1 Jn 1,1); experimentar a Jesús es experimentar a Dios mismo. Por eso Jesús puede ser considerado verdaderamente como el sacramento por excelencia, puesto que él es la realidad única que puede expresar con verdad lo que es Dios y porque sólo él puede asumir totalmente lo que en el hombre hay o puede haber de experiencia de Dios.
Jesús es el sacramento vivo de Dios, que contiene, significa y comunica el amor de Dios para con todos. Sus gestos, sus acciones, sus palabras, son sacramentos que concretizan el misterio de la divinidad. Jesús hace visible a Dios a través de su inagotable capacidad de amor, su renuncia a toda voluntad de poder y de venganza, su identificación con todos los marginados. "Porque no hay más que un Dios y no hay más que un mediador entre Dios y los hombres, un hombre, el Mesías Jesús" (1 Tim 2,5). Si los sacramentos son camino y encuentro de los hombres con Dios, es lógico concluir que Cristo, el Hijo de Dios, es el sacramento original, la fuente, la raíz misma de todo sacramento. Y cada sacramento tiene que ser revelación de Dios, el Dios que se nos ha revelado en Jesús. Por consiguiente, la celebración de un sacramento tiene que ser siempre manifestación de la presencia y la cercanía de Jesús a los hombres, porque sólo a través de él sabemos quién es Dios y cómo es Dios.
Todos los signos de la liturgia hacen referencia a Jesús. ¿Por qué? Porque Jesús es el gran signo de Dios, es el sacramento del padre.
A través de Jesús se nos ha manifestado Dios. A Dios nadie le había visto jamás, pero el hijo nos lo ha revelado. Jesús es la palabra hecha carne, el camino, la verdad y la vida y quien lo ve, ve al Padre.
Era este el pensamiento de santo Tomás de Aquino, y nos
equivocaríamos ciertamente de no seguirlo. La misión de Cristo se
cumple sacramentalmente en la Encarnación, que es palabra y
presencia en el mundo, -en la Pasión, que es revelación, renuncia al
mundo -, en la Resurrección, que es revelación y superación del
mundo de Dios.
Lo que la Iglesia recibe de Cristo es la misión misma del
Señor, ya lo hemos dicho. Ahora bien, ésta es sacramental. La
comunidad apostólica recibe pues el encargo de aplicar la Redención
adquirida en Jesucristo, significándola por sus palabras y sus actos,
por los vocablos que pronuncia y los gestos que hace. Los actos y las
palabras de la misión serán las mismas palabras y los mismos actos de
Cristo, puesto que la Iglesia es su Cuerpo, que vive de la propia vida
del Hijo de Dios, impregnando de su santidad, irradiando el Espíritu
santificador. El Cuerpo de Cristo «obra» Cristo, es acción sacramental,
transmite el Cristo Salvador.
La Tradición cristiana ha conservado todas estas enseñanzas. Para no
citar sino una voz en la cual escuchamos todas las demás, limitémonos
a esta frase de Santo Tomás de Aquino: «Del costado de Cristo
dormido en la Cruz han manado todos los sacramentos de que está
constituida la Iglesia (quibus fabricatur Eclesial)». En efecto, es en el
Misterio de Jesucristo donde tiene sus raíces el poder santificador de la
Iglesia; es en este Acontecimiento, doloroso y glorioso a la vez, donde
la Ekklesia primitiva se convirtió en comunidad sacramental.
viernes, 26 de marzo de 2010
miércoles, 7 de octubre de 2009
ORIGEN DE LA PALABRA SACRAMENTO
El vocablo sacramento en primer lugar es referido al uso latino de Sacramentum, en donde la raíz Sacr expresa una relación con lo divino, sacrum de pertenencia a los dioses y es defendido como propiedad suya y mentum es referido al medio o instrumento; entonces referiremos la palabra sacramentum al medio por el cual algo se hace sagrado. De este modo el uso de este vocablo en sus inicios latinos nos lleva a designar dos clases de cosas:
1) el juramento unido a un sacratium y que obliga a quien lo emita
2) la fianza que se deposita en un pleito civil y que sirve de garantía en el momento de la resolución del mismo.
Tertuliano va a emplear la palabra sacramento referenciada al vocablo griego mysterium, empleada por san pablo en el nuevo testamento y que significa “un plan secreto para conseguir un gran bien”. En el mundo cristiano y particularmente el católico, concebimos los sacramentos como signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo, a fin de santificar nuestras almas, tal como dijo el profeta Isaías: “sacareis agua con gozo de las fuentes del salvador” (ISAIAS 12,3). Así, encontramos en primer lugar que El sacramento es un símbolo, un signo, puesto que representa el actuar de Dios; de este modo ya San Agustín lo relaciona a un signo al afirmar: “sacramentum id est sacrum signum" (De civitate Dei, 10,5: PL 41, 282). Es así como en el antiguo testamento un sin número de signos van a prefigurar los sacramentos instituidos por Cristo en el nuevo testamento, de tal forma que algunos signos por medio de los cuales Dios entabla una especie de pedagogía para darse a conocer a los hombres podrían llamarse sacramentos, como por ejemplo; el cordero pascual, las aguas del diluvio, el pan y vino de melquisedec etc., son muestra de signos que van a prefigurar la gracia que ha de venir con Jesús, quien dará plenitud a los sacramentos de la vida cristiana, los cuales son realidad en el mundo actual en medio de la iglesia.
Los sacramentos son signos sensibles por que manifiestan y exteriorizan ante los sentidos una realidad que de otra forma no se puede percibir, es así como Santo Tomas de Aquino expresara; "Las cosas sensibles tienen por naturaleza cierta aptitud para significar los efectos espirituales; pero esa aptitud propia y natural es determinada a significar algo concreto por institución divina”. (Suma Teológica III, q. 64, art. 2) . Los sacramentos son eficaces por que transmiten la gracia dada por Cristo, teniendo un actuar en la vida del cristiano que los recibe con fe, estos sacramentos transmiten la gracia santificante, junto con una gracia especial que es propia de cada sacramento que añade a la gracia santificante un cierto auxilio divino con el fin de obtener el fin particular de cada sacramento.
Además, han sido instituidos por Jesús, ya que El mismo es signo visible del padre; “ quien me ve a mi, ha visto al padre “ ( JUAN 14,9 ), por lo que Jesús es por si mismo sacramento del padre y a su vez El mismo recurre a multitud de signos con los cuales transmitía su poder y la gracia a los hombres; de este modo se reconoce en la persona de Jesús el origen de los Sacramentos cristianos del Nuevo testamento y estos signos vividos por el señor son de igual modo acogidos por la iglesia, así, cuando Jesús es bautizado en el Jordán, cuando instituye a los apóstoles, cuando celebra la ultima cena, cuando santifica la unión de los esposos en galilea… todos estos acontecimientos los reconoce la iglesia bajo 7 sacramentos, ante lo cual dice el magisterio; «Si alguien dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no fueron instituidos por nuestro Señor Jesucristo, o que son más o menos de siete, sea anatema». (Concilio Tridentino, sesión VII, canon 1. (D. 844). Estos sacramentos están presentes en todas las etapas de la vida del hombre y los podemos clasificar asi:
1 SACRAMENTOS DE INICIACIÓN:
• En su nacimiento: Bautismo
• En su crecimiento: Confirmación
• En su alimentación: Eucaristía
2 SACRAMENTOS DE CURACION:
• En las heridas del pecado: Reconciliación
• En la enfermedad: Unción de los enfermos
3 SACRAMENTOS AL SERVICIO:
• En la formación de un hogar: Matrimonio
• En la consagración al servicio de la comunidad: Orden Sacerdotal
Esta presencia permanente de Jesús en nuestras vidas se hace visible en medio de la iglesia particularmente en la vivencia de los sacramentos, por tanto así como Jesús es signo visible del Padre, la iglesia a su vez es signo de Cristo en medio de los hombres
"Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo... está presente con su fuerza en los Sacramentos" (Vat. II, S.C.7).
Para realizar estos sacramentos se necesitan dos cosas:
1. La forma: oración o palabras que se pronuncian al administrar el sacramento
2. La materia: lo que se usa para el sacramento: el agua, el pan, el vino, el aceite, la imposición de manos, la confesión de una culpa.
Y de parte de los fieles que se acercan a recibirlos, se requiere;
1. Tener fe
2. Conocer lo que se comunica
3. Quererlo recibir
1) el juramento unido a un sacratium y que obliga a quien lo emita
2) la fianza que se deposita en un pleito civil y que sirve de garantía en el momento de la resolución del mismo.
Tertuliano va a emplear la palabra sacramento referenciada al vocablo griego mysterium, empleada por san pablo en el nuevo testamento y que significa “un plan secreto para conseguir un gran bien”. En el mundo cristiano y particularmente el católico, concebimos los sacramentos como signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo, a fin de santificar nuestras almas, tal como dijo el profeta Isaías: “sacareis agua con gozo de las fuentes del salvador” (ISAIAS 12,3). Así, encontramos en primer lugar que El sacramento es un símbolo, un signo, puesto que representa el actuar de Dios; de este modo ya San Agustín lo relaciona a un signo al afirmar: “sacramentum id est sacrum signum" (De civitate Dei, 10,5: PL 41, 282). Es así como en el antiguo testamento un sin número de signos van a prefigurar los sacramentos instituidos por Cristo en el nuevo testamento, de tal forma que algunos signos por medio de los cuales Dios entabla una especie de pedagogía para darse a conocer a los hombres podrían llamarse sacramentos, como por ejemplo; el cordero pascual, las aguas del diluvio, el pan y vino de melquisedec etc., son muestra de signos que van a prefigurar la gracia que ha de venir con Jesús, quien dará plenitud a los sacramentos de la vida cristiana, los cuales son realidad en el mundo actual en medio de la iglesia.
Los sacramentos son signos sensibles por que manifiestan y exteriorizan ante los sentidos una realidad que de otra forma no se puede percibir, es así como Santo Tomas de Aquino expresara; "Las cosas sensibles tienen por naturaleza cierta aptitud para significar los efectos espirituales; pero esa aptitud propia y natural es determinada a significar algo concreto por institución divina”. (Suma Teológica III, q. 64, art. 2) . Los sacramentos son eficaces por que transmiten la gracia dada por Cristo, teniendo un actuar en la vida del cristiano que los recibe con fe, estos sacramentos transmiten la gracia santificante, junto con una gracia especial que es propia de cada sacramento que añade a la gracia santificante un cierto auxilio divino con el fin de obtener el fin particular de cada sacramento.
Además, han sido instituidos por Jesús, ya que El mismo es signo visible del padre; “ quien me ve a mi, ha visto al padre “ ( JUAN 14,9 ), por lo que Jesús es por si mismo sacramento del padre y a su vez El mismo recurre a multitud de signos con los cuales transmitía su poder y la gracia a los hombres; de este modo se reconoce en la persona de Jesús el origen de los Sacramentos cristianos del Nuevo testamento y estos signos vividos por el señor son de igual modo acogidos por la iglesia, así, cuando Jesús es bautizado en el Jordán, cuando instituye a los apóstoles, cuando celebra la ultima cena, cuando santifica la unión de los esposos en galilea… todos estos acontecimientos los reconoce la iglesia bajo 7 sacramentos, ante lo cual dice el magisterio; «Si alguien dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no fueron instituidos por nuestro Señor Jesucristo, o que son más o menos de siete, sea anatema». (Concilio Tridentino, sesión VII, canon 1. (D. 844). Estos sacramentos están presentes en todas las etapas de la vida del hombre y los podemos clasificar asi:
1 SACRAMENTOS DE INICIACIÓN:
• En su nacimiento: Bautismo
• En su crecimiento: Confirmación
• En su alimentación: Eucaristía
2 SACRAMENTOS DE CURACION:
• En las heridas del pecado: Reconciliación
• En la enfermedad: Unción de los enfermos
3 SACRAMENTOS AL SERVICIO:
• En la formación de un hogar: Matrimonio
• En la consagración al servicio de la comunidad: Orden Sacerdotal
Esta presencia permanente de Jesús en nuestras vidas se hace visible en medio de la iglesia particularmente en la vivencia de los sacramentos, por tanto así como Jesús es signo visible del Padre, la iglesia a su vez es signo de Cristo en medio de los hombres
"Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo... está presente con su fuerza en los Sacramentos" (Vat. II, S.C.7).
Para realizar estos sacramentos se necesitan dos cosas:
1. La forma: oración o palabras que se pronuncian al administrar el sacramento
2. La materia: lo que se usa para el sacramento: el agua, el pan, el vino, el aceite, la imposición de manos, la confesión de una culpa.
Y de parte de los fieles que se acercan a recibirlos, se requiere;
1. Tener fe
2. Conocer lo que se comunica
3. Quererlo recibir
Todas estas ideas las resume maravillosamente el concilio Vaticano II al decir que: “Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios; pero, en cuanto signos, también tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe, sino que, a la vez la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y cosas; por esto se llaman sacramentos de la fe.
Confieren ciertamente la gracia, pero también su celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir fructuosamente la misma gracia, culto a Dios y practicar la caridad
Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con la mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana.” (Sacr. Con. 59).
Confieren ciertamente la gracia, pero también su celebración prepara perfectamente a los fieles para recibir fructuosamente la misma gracia, culto a Dios y practicar la caridad
Por consiguiente, es de suma importancia que los fieles comprendan fácilmente los signos sacramentales y reciban con la mayor frecuencia posible aquellos sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana.” (Sacr. Con. 59).
SACRAMENTO DE INICIACION: BAUTISMO
La palabra bautismo procede del vocablo griego “baptizein” que significa “sumergir” dentro del agua y es considerado como el sacramento de iniciación en La vida cristiana a través del cual entramos a formar parte del pueblo de DIOS como hijos suyos, “mirad que gran amor nos ha tenido el padre: que no solo nos llamamos hijos de DIOS, sino que lo somos.” (1juan 3; 1); a su vez recibimos al espíritu santo para habitar en nosotros “¿no saben que su cuerpo es templo del espíritu santo que han recibido de DIOS y que esta en ustedes?” (1CORINTIOS 6; 19); y “esto nos hace herederos de la vida eterna” (TITO 3,7). El bautismo es un sacramento que imprime carácter, lo cual quiere decir que nos marca con un sello o señal espiritual que somos de Cristo, por tanto este sacramento se administra una sola vez en la vida y en sus comienzos solo se le administraba a los convertidos mayores de treinta años. Más sin embargo hoy en día los niños pueden acceder a él, “dejad que los niños vengan a mi” (MARCOS 10, 14); dándoles la posibilidad de borrar la mancha del pecado original, aumentando la gracia santificante; pero este rito de iniciación en el cual nuestros padres y padrinos nos inician en la vida cristiana, nos lleva a confirmar dicho compromiso por medio del sacramento de la confirmación en el cual nosotros mismos aceptamos la fe que recibimos en el bautismo.
En el rió Jordán nuestro señor Jesucristo se sometió voluntariamente al bautismo de Juan “Por entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para encontrar a Juan y para que este lo bautizara.”(MATEO .3; 13), “una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos y al espíritu de DIOS que bajaba como una paloma y se posaba sobre el” (MATEO 3; 16); y desde entonces siguiendo el ejemplo de Jesús y su mandamiento la iglesia suministra el sacramento del bautismo a quienes se han de incorporar al cuerpo místico de Cristo como miembros santos de la asamblea de DIOS tal como San Pablo llamara a los bautizados en sus diferentes cartas apostólicas; por tanto siguiendo el mandato de Cristo los ministros válidamente ordenados o en caso extremo cualquier laico puede suministrar este sacramento, siempre y cuando observe la forma indicada por la iglesia, “vayan y prediquen a todas las gente bautizándolas en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo” (MATEO 28; 19)); así, los apóstoles cumplieron este mandato” Pedro les contesto: arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesús, el mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del espíritu santo” (HECHOS 2; 38).
Durante la ceremonia se signa a quien va a ser bautizado con la señal de la cruz en la frente, como signo de que va a pertenecer a Cristo, que murió en cruz y que en la cruz adquirió nuestra redención, también se realiza un exorcismo a través del cual se significa la liberación del pecado y de su instigador que es el diablo por esto se le pregunta al candidato ¿renuncias a Satanás? y este o sus padrinos responden, si renuncio; seguidamente se realiza la profesión de fe, posteriormente se bendice el agua que va a ser esparcida tres veces en la cabeza del bautizado mientras se va diciendo en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. La unción con el crisma significa que el bautizado es ungido, consagrado como sacerdote, profeta y rey, la vestidura blanca significa que el bautizado se ha revestido de Cristo y su alma se haya purificada, por último la luz del cirio significa que Cristo a iluminado al recién bautizado.
A continuacion veremos el rito de este sacramento para esto click aqui http://www.jeaf.com/samasabe/bautismo.htm
En el rió Jordán nuestro señor Jesucristo se sometió voluntariamente al bautismo de Juan “Por entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para encontrar a Juan y para que este lo bautizara.”(MATEO .3; 13), “una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los cielos y al espíritu de DIOS que bajaba como una paloma y se posaba sobre el” (MATEO 3; 16); y desde entonces siguiendo el ejemplo de Jesús y su mandamiento la iglesia suministra el sacramento del bautismo a quienes se han de incorporar al cuerpo místico de Cristo como miembros santos de la asamblea de DIOS tal como San Pablo llamara a los bautizados en sus diferentes cartas apostólicas; por tanto siguiendo el mandato de Cristo los ministros válidamente ordenados o en caso extremo cualquier laico puede suministrar este sacramento, siempre y cuando observe la forma indicada por la iglesia, “vayan y prediquen a todas las gente bautizándolas en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo” (MATEO 28; 19)); así, los apóstoles cumplieron este mandato” Pedro les contesto: arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesús, el mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del espíritu santo” (HECHOS 2; 38).
Durante la ceremonia se signa a quien va a ser bautizado con la señal de la cruz en la frente, como signo de que va a pertenecer a Cristo, que murió en cruz y que en la cruz adquirió nuestra redención, también se realiza un exorcismo a través del cual se significa la liberación del pecado y de su instigador que es el diablo por esto se le pregunta al candidato ¿renuncias a Satanás? y este o sus padrinos responden, si renuncio; seguidamente se realiza la profesión de fe, posteriormente se bendice el agua que va a ser esparcida tres veces en la cabeza del bautizado mientras se va diciendo en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. La unción con el crisma significa que el bautizado es ungido, consagrado como sacerdote, profeta y rey, la vestidura blanca significa que el bautizado se ha revestido de Cristo y su alma se haya purificada, por último la luz del cirio significa que Cristo a iluminado al recién bautizado.
A continuacion veremos el rito de este sacramento para esto click aqui http://www.jeaf.com/samasabe/bautismo.htm
el bautismo segun el catecismo de la iglesia catolica click http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c1a1_sp.html
SACRAMENTO DE INICIACION: EUCARISTIA
La palabra Eucaristía, significa; sacrificio para dar gracias. De tal modo que antes de Jesús ya se ofrecían sacrificios para dar gracias a Dios por grandes favores recibidos, es así como en el antiguo testamento se narra los sacrificios del justo Abel, los de Noé al abandonar la barca, los de Abraham, Moisés y el pueblo de Israel después de la Pascua, los de los sacerdotes de Israel en el templo etc. en ellos se podía ofrecer desde las primicias y cosechas del campo, hasta los animales que eran sacrificados, mas es de resaltar el caso del sacerdote Melquisedec quien ofreciera pan y vino como una prefiguración del ofrecimiento de Jesús en la ultima cena;“ Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo” (GENESIS 14,18)
Hoy en día, se reconoce a la Eucaristía, como el sacramento que contiene verdaderamente el cuerpo y la sangre de Jesús, con su alma y divinidad, bajo las apariencias del pan y el vino. Este sacramento fue instituido por nuestro señor Jesucristo la noche en que celebro la ultima cena con sus apóstoles; "Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomad y comed, esto ES mi cuerpo". Y tomando el cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: "Bebed de él todos, que esta es mi sangre del Nuevo Testamento; que será derramada por muchos para remisión de los pecados" (MATEO 26,26-28); por tanto desde entonces siguiendo su enseñanza celebramos este sacramento en memoria suya, convirtiéndose en el culmen de la vida cristiana ya que con el sacrificio de Jesús en la cruz, queda instituido un nuevo pacto ó alianza; “ Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna.
Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.” (HEBREOS 9, 12-15), en virtud de lo anterior, cada vez que un sacerdote consagra las especies del pan y el vino, se hace realidad la presencia de la sangre y cuerpo de Cristo; uniéndonos asi a su sacrificio, este hecho recibe el nombre de transubstanciación y ante aquellos que dudan de su real presencia, es bueno recordar las frases de Jesús; “Dice Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído. “(JUAN 20,29), lo mismo que la multitud de testimonios que confirman la presencia del señor en las formas consagradas.
La Eucaristía, es el alimento del alma, tal como lo indico Jesucristo; Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo:
Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en El.” (JUAN 6,53-56), de tal modo como el cuerpo requiere alimentarse, el alma necesita del alimento espiritual y particularmente del Eucarístico; por tanto el comulgar nos une a el cuerpo místico de Cristo y esta gracia ha de ser suministrada también a los enfermos, motivo por el que se guarda en el sagrario el viatico, dando además la posibilidad de ser objeto de adoración por parte de los fieles que recurren a todos los tabernáculos del mundo.
Sin embargo y en virtud de la presencia de Jesucristo en la eucaristía, se requiere darle la reverencia que el sacramento requiere, por tanto se ha de participar y recibir la comunión según el consejo del apóstol San Pablo; “Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.” (1 CORINTIOS 11, 27)
El recibir la Eucaristía produce en el alma los siguientes efectos:
• Aumento de la gracia santificante.
• Producción de gracia sacramental.
• Perdón de los pecados veniales.
• Es prenda de vida eterna.
Los nombres que recibe este sacramento son; Sagrada Eucaristía, santo sacrificio, comunión, santísimo sacramento, fracción del pan y santa misa.
Este sacramento se vive esencialmente en medio de la asamblea cuando se celebra la santa misa, en donde el sacerdote válidamente ordenado es el ministro que tiene la facultad de consagrar las especies materiales del pan y el vino, pronunciando la forma ó palabras de la consagración.
En la misa participamos de la liturgia de la palabra y de la liturgia de la Eucaristía.
Hoy en día, se reconoce a la Eucaristía, como el sacramento que contiene verdaderamente el cuerpo y la sangre de Jesús, con su alma y divinidad, bajo las apariencias del pan y el vino. Este sacramento fue instituido por nuestro señor Jesucristo la noche en que celebro la ultima cena con sus apóstoles; "Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomad y comed, esto ES mi cuerpo". Y tomando el cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: "Bebed de él todos, que esta es mi sangre del Nuevo Testamento; que será derramada por muchos para remisión de los pecados" (MATEO 26,26-28); por tanto desde entonces siguiendo su enseñanza celebramos este sacramento en memoria suya, convirtiéndose en el culmen de la vida cristiana ya que con el sacrificio de Jesús en la cruz, queda instituido un nuevo pacto ó alianza; “ Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna.
Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! por eso es mediador de una nueva Alianza; para que, interviniendo su muerte para remisión de las transgresiones de la primera Alianza, los que han sido llamados reciban la herencia eterna prometida.” (HEBREOS 9, 12-15), en virtud de lo anterior, cada vez que un sacerdote consagra las especies del pan y el vino, se hace realidad la presencia de la sangre y cuerpo de Cristo; uniéndonos asi a su sacrificio, este hecho recibe el nombre de transubstanciación y ante aquellos que dudan de su real presencia, es bueno recordar las frases de Jesús; “Dice Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído. “(JUAN 20,29), lo mismo que la multitud de testimonios que confirman la presencia del señor en las formas consagradas.
La Eucaristía, es el alimento del alma, tal como lo indico Jesucristo; Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo:
Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en El.” (JUAN 6,53-56), de tal modo como el cuerpo requiere alimentarse, el alma necesita del alimento espiritual y particularmente del Eucarístico; por tanto el comulgar nos une a el cuerpo místico de Cristo y esta gracia ha de ser suministrada también a los enfermos, motivo por el que se guarda en el sagrario el viatico, dando además la posibilidad de ser objeto de adoración por parte de los fieles que recurren a todos los tabernáculos del mundo.
Sin embargo y en virtud de la presencia de Jesucristo en la eucaristía, se requiere darle la reverencia que el sacramento requiere, por tanto se ha de participar y recibir la comunión según el consejo del apóstol San Pablo; “Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.” (1 CORINTIOS 11, 27)
El recibir la Eucaristía produce en el alma los siguientes efectos:
• Aumento de la gracia santificante.
• Producción de gracia sacramental.
• Perdón de los pecados veniales.
• Es prenda de vida eterna.
Los nombres que recibe este sacramento son; Sagrada Eucaristía, santo sacrificio, comunión, santísimo sacramento, fracción del pan y santa misa.
Este sacramento se vive esencialmente en medio de la asamblea cuando se celebra la santa misa, en donde el sacerdote válidamente ordenado es el ministro que tiene la facultad de consagrar las especies materiales del pan y el vino, pronunciando la forma ó palabras de la consagración.
En la misa participamos de la liturgia de la palabra y de la liturgia de la Eucaristía.
a continuacion encontraras la ceremonia de este sacramento click a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/eucarist.htm
el sacramento de la eucaristi segun el catecismo de la iglesia catolica http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c1a3_sp.html
SACRAMENTO DE INICIACION: CONFIRMACION
El sacramento de la confirmación, forma parte de los 3 sacramentos de iniciación en la vida cristiana, a través del cual el confirmado recibe la fuerza del Espíritu Santo en su plenitud y renueva los compromisos que los padres y padrinos pronunciaron a su nombre el día del bautismo, dando crecimiento y profundidad a la gracia bautismal.
Jesucristo mismo preparo a la iglesia para vivir este sacramento cuando prometió enviar al Espíritu Santo a sus discípulos; “Cuando venga él, el espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga y os anunciará lo que ha de venir.” (JUAN 16,13), de este modo la confirmación realiza una efusión del espíritu santo en quien la recibe, a semejanza de lo acontecido a los apóstoles el día de pentecostés, concediendo dones espirituales como los de; sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor conforme a lo cual el cristiano maduro en la fe, recibe poder para ser testigo de Cristo; “Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.
Pero también vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio” ( JUAN 15, 26-27 ) “sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.( HECHOS 1,8 )
Desde entonces los Apóstoles, y sus sucesores han recurrido al sacramento de la confirmación haciendo uso de la unción con el aceite (crismación) y la imposición de las manos; “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente había sido bautizado en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”. (HECHOS 8, 15-17; 19, 5-6), de tal modo que siguiendo la tradición de los Apóstoles, los obispos son los ministros de este sacramento, aunque en algunas ocasiones se pueda delegar a un presbítero para que le suministre.
El signo y materia de la confirmación es el santo oleo crismal consagrado por el obispo el jueves santo y este ha de estar acompañado de la imposición de las manos y de la forma ó palabras que se pronuncian en la ceremonia; este sacramento al igual que el del bautismo y el del orden imprimen carácter en quien lo recibe, esto es que recibe un sello indeleble a través del cual queda consagrado y unido a Cristo, por tanto la confirmación se recibe una sola vez.
La confirmación produce como efecto principal la efusión del Espíritu Santo lo mismo que; introducción más profunda en la filiación divina, unión más firme con Cristo, aumento de los dones del Espíritu Santo, perfección mayor de nuestro vínculo con la Iglesia, una fuerza especial para ser testigos y dar a conocer la fe mediante palabras y hechos e imprime en el alma una marca espiritual indeleble ó carácter, que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu.
a continuacion encontraras la ceremonia a este sacramento click al siguiente enlace http://www.jeaf.com/samasabe/confirma.htm
Sacramento de la confirmación según la iglesia católica http://ev6.org/archive/catechism_sp/p2s2c1a2_sp.html
Jesucristo mismo preparo a la iglesia para vivir este sacramento cuando prometió enviar al Espíritu Santo a sus discípulos; “Cuando venga él, el espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga y os anunciará lo que ha de venir.” (JUAN 16,13), de este modo la confirmación realiza una efusión del espíritu santo en quien la recibe, a semejanza de lo acontecido a los apóstoles el día de pentecostés, concediendo dones espirituales como los de; sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor conforme a lo cual el cristiano maduro en la fe, recibe poder para ser testigo de Cristo; “Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.
Pero también vosotros daréis testimonio, porque estáis conmigo desde el principio” ( JUAN 15, 26-27 ) “sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.( HECHOS 1,8 )
Desde entonces los Apóstoles, y sus sucesores han recurrido al sacramento de la confirmación haciendo uso de la unción con el aceite (crismación) y la imposición de las manos; “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente había sido bautizado en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”. (HECHOS 8, 15-17; 19, 5-6), de tal modo que siguiendo la tradición de los Apóstoles, los obispos son los ministros de este sacramento, aunque en algunas ocasiones se pueda delegar a un presbítero para que le suministre.
El signo y materia de la confirmación es el santo oleo crismal consagrado por el obispo el jueves santo y este ha de estar acompañado de la imposición de las manos y de la forma ó palabras que se pronuncian en la ceremonia; este sacramento al igual que el del bautismo y el del orden imprimen carácter en quien lo recibe, esto es que recibe un sello indeleble a través del cual queda consagrado y unido a Cristo, por tanto la confirmación se recibe una sola vez.
La confirmación produce como efecto principal la efusión del Espíritu Santo lo mismo que; introducción más profunda en la filiación divina, unión más firme con Cristo, aumento de los dones del Espíritu Santo, perfección mayor de nuestro vínculo con la Iglesia, una fuerza especial para ser testigos y dar a conocer la fe mediante palabras y hechos e imprime en el alma una marca espiritual indeleble ó carácter, que es el signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su Espíritu.
a continuacion encontraras la ceremonia a este sacramento click al siguiente enlace http://www.jeaf.com/samasabe/confirma.htm
Sacramento de la confirmación según la iglesia católica http://ev6.org/archive/catechism_sp/p2s2c1a2_sp.html
SACRAMENTO DE CURACION: RECONCILIACION
Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen por misericordia de DIOS el perdón de los pecados cometidos y se reconcilian también con los hombres y la iglesia, la cual nos invita a la conversión y la reparación de nuestras culpas. "confesaos unos a otros vuestros pecados para que seáis salvos y si alguno convierte a un pecador de su mal camino salvara su alma de la muerte"(Santiago 6, 16). Otros nombres para estos sacramentos son: sacramento de conversión, sacramento de la penitencia, sacramento de la confesión, sacramento del perdón, sacramento de reconciliación.
Por favor déjese reconciliar con DIOS (II corintios5, 20). Para realizar una buena confesión se requiere:
1. examen de conciencia a través del cual recordamos los pecados cometidos desde la última confesión.
2. arrepentimiento o contrición de corazón consiste en sentir un profundo arrepentimiento por nuestros pecados cometidos lo cual se manifiesta en la tristeza o pesar por ofender a DIOS o a los hombres, "un corazón arrepentido DIOS nunca lo desprecia"(salmo 50)
3. propósito a través del cual tomamos la resolución de no volver a cometer estos pecados y de luchar contra las tentaciones que nos inducen al mismo; la biblia dice "que cada uno proponga convertirse y dejar de cometer sus maldades y entonces el señor DIOS será su protector y amigo"(hechos 3,26)
4. confesión de boca con la cual el penitente manifiesta de viva voz al confesor las culpas admitidas con el fin de recibir no solo el perdón de ellas, sino también una voz de aliento y consejo para superar esta condición" no te avergüences de confesar tus pecados"(eclesiasticos4, 26), "a quien calla sus pecados no le irá bien pero quien los confiesa y los abandona obtendrá misericordia de DIOS"(proverbios 28,13), "confesad vuestros pecados y asi seréis curados espiritualmente" (santiago5, 26)
5. cumplir la penitencia una vez el confesor aconseja al penitente reponer la falta cometida, este se compromete a cumplir con dicha reparación; a su vez el sacerdote confiere la absolución de parte de DIOS y de la iglesia, "a todo el que le perdonéis quedara perdonado"(juan20, 21)
En los comienzos de la cristiandad este sacramento era público con lo cual el penitente reconocía sus culpas ante la comunidad, pero posteriormente se vio la conveniencia de realizarlo en privado y darle al sacerdote la condición necesaria del sigilo sacerdotal lo cual implica que el confesor no puede divulgar los pecados del penitente.
Con la confesión obtenemos tres gracias particulares:
Lista de 3 elementos
• Nos reconcilia con DIOS y nos devuelve la gracia santificante
• Nos da fuerza para rechazar el pecado y las tentaciones
• Nos produce rechazo contra aquellos actos que ofenden a DIOS y a nuestros hermanos
La autoridad para perdonar pecados reside en DIOS misericordioso, que a través de su hijo Jesucristo nos reconcilia y perdona "pues ahora ustedes sabrán que el hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados"(Marcos2, 10); Jesús en vista de esta autoridad confirió a los hombres también este poder y en cabeza de sus apóstoles les dijo: "a todo el que le perdonéis los pecados le serán perdonados"(Juan 20,21) y hoy en día a la iglesia y a sus ministros Válidamente ordenados siguiendo la sucesión de los apóstoles, les mantiene y confirma esta facultad "a ti te daré las llaves del reino de los cielos y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo"(mateo18, 18), por lo cual después del apóstol Pedro cada sacerdote recibe la trasmisión de este poder para desatar o perdonar pecados en nombre de DIOS y con el poder de su hijo Jesucristo.
Hoy en día la iglesia nos invita a la conversión y a una lucha continua contra el pecado que confesamos y del cual nos arrepentimos, aunque esto no implica que debido a nuestra debilidad humana no podamos volver a caer en pecado, mas sin embargo estamos llamados a reconciliarnos con DIOS cuando asi sea necesario.
La iglesia recomienda confesarse mínimo una vez al año, “se ha cumplido el tiempo, conviértanse y crean en el evangelio" (marcos1, 15).
a continuacion encontraras la ceremonia de este sacramento clikc a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/reconcil.htm
Por favor déjese reconciliar con DIOS (II corintios5, 20). Para realizar una buena confesión se requiere:
1. examen de conciencia a través del cual recordamos los pecados cometidos desde la última confesión.
2. arrepentimiento o contrición de corazón consiste en sentir un profundo arrepentimiento por nuestros pecados cometidos lo cual se manifiesta en la tristeza o pesar por ofender a DIOS o a los hombres, "un corazón arrepentido DIOS nunca lo desprecia"(salmo 50)
3. propósito a través del cual tomamos la resolución de no volver a cometer estos pecados y de luchar contra las tentaciones que nos inducen al mismo; la biblia dice "que cada uno proponga convertirse y dejar de cometer sus maldades y entonces el señor DIOS será su protector y amigo"(hechos 3,26)
4. confesión de boca con la cual el penitente manifiesta de viva voz al confesor las culpas admitidas con el fin de recibir no solo el perdón de ellas, sino también una voz de aliento y consejo para superar esta condición" no te avergüences de confesar tus pecados"(eclesiasticos4, 26), "a quien calla sus pecados no le irá bien pero quien los confiesa y los abandona obtendrá misericordia de DIOS"(proverbios 28,13), "confesad vuestros pecados y asi seréis curados espiritualmente" (santiago5, 26)
5. cumplir la penitencia una vez el confesor aconseja al penitente reponer la falta cometida, este se compromete a cumplir con dicha reparación; a su vez el sacerdote confiere la absolución de parte de DIOS y de la iglesia, "a todo el que le perdonéis quedara perdonado"(juan20, 21)
En los comienzos de la cristiandad este sacramento era público con lo cual el penitente reconocía sus culpas ante la comunidad, pero posteriormente se vio la conveniencia de realizarlo en privado y darle al sacerdote la condición necesaria del sigilo sacerdotal lo cual implica que el confesor no puede divulgar los pecados del penitente.
Con la confesión obtenemos tres gracias particulares:
Lista de 3 elementos
• Nos reconcilia con DIOS y nos devuelve la gracia santificante
• Nos da fuerza para rechazar el pecado y las tentaciones
• Nos produce rechazo contra aquellos actos que ofenden a DIOS y a nuestros hermanos
La autoridad para perdonar pecados reside en DIOS misericordioso, que a través de su hijo Jesucristo nos reconcilia y perdona "pues ahora ustedes sabrán que el hijo del hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados"(Marcos2, 10); Jesús en vista de esta autoridad confirió a los hombres también este poder y en cabeza de sus apóstoles les dijo: "a todo el que le perdonéis los pecados le serán perdonados"(Juan 20,21) y hoy en día a la iglesia y a sus ministros Válidamente ordenados siguiendo la sucesión de los apóstoles, les mantiene y confirma esta facultad "a ti te daré las llaves del reino de los cielos y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo"(mateo18, 18), por lo cual después del apóstol Pedro cada sacerdote recibe la trasmisión de este poder para desatar o perdonar pecados en nombre de DIOS y con el poder de su hijo Jesucristo.
Hoy en día la iglesia nos invita a la conversión y a una lucha continua contra el pecado que confesamos y del cual nos arrepentimos, aunque esto no implica que debido a nuestra debilidad humana no podamos volver a caer en pecado, mas sin embargo estamos llamados a reconciliarnos con DIOS cuando asi sea necesario.
La iglesia recomienda confesarse mínimo una vez al año, “se ha cumplido el tiempo, conviértanse y crean en el evangelio" (marcos1, 15).
a continuacion encontraras la ceremonia de este sacramento clikc a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/reconcil.htm
el sacramento de la reconciliacion segun el catecisnmo de la iglesia catolica click http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c2a4_sp.html
SACRAMENTO DE CURACION: UNCION DE LOS ENFERMOS
El sacramento de la unción de los enfermos que anteriormente se le conocía como extremaunción, es un sacramento de sanación que da la Iglesia para atraer la salud de alma, espíritu y cuerpo al cristiano en estado de enfermedad grave o vejez.
Dios queriéndose compadecer del dolor humano y el sufrimiento que produce el estar enfermo, quiso restablecer física y espiritualmente a quien padece la enfermedad, esto se ve más latente en el nuevo testamento, cuando su Hijo Jesucristo, sanaba de toda clase de dolencias a los hombres como parte de su labor mesiánica, “para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: “El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades”. “ (MATEO 8,17) y esta misión también se las encomendó a sus discípulos cuando les enviaba; “Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios” (MATEO 10,8)
De este modo la iglesia participando del poder sanador de Jesús suministra este sacramento a través de la imposición de las manos y la unción con el aceite tal como lo efectuaran los apóstoles; “agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien” (MARCOS 16,18) “expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban” (MARCOS 6,13), Pues era ya frecuente desde tiempos antiguos el uso del aceite para fortificar, restablecer y sanar las heridas. Y aunque en otros sacramentos el aceite es empleado para ungir a un elegido, aquí se nos muestra también su carácter como bálsamo que alivia al enfermo, este aceite corresponde al óleo santo que es bendecido por el obispo el jueves santo en la nisa crismal.
Este sacramento tiene como efecto fortalecer en la fe al enfermo y anciano que lo recibe, además La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia, concede el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido acercarse al sacramento de la reconciliación, restablece la salud corporal y prepara para el paso a la vida eterna. “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados” (SANTIAGO 5,14-15).
La unción de los enfermos es administrada por el obispo y los presbíteros como sacerdotes que son y el enfermo puede recibirlo en más de una ocasión, por tanto no es conveniente dejar para la ultima hora el recibir la unción por miedo ó temor ante la eventual muerte, sino que por lo contrario cuando la enfermedad lo amerite no dudemos en llamar al sacerdote ó acudir al templo para recibir el sacramento.
A quienes acompañan al enfermo y a quienes lo asisten les será gratificante recordar las palabras del señor Jesús en el evangelio de Mateo ante el interrogante; “¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” (MATEO 25, 39-40)
a continuacion encontraras la ceremnia de este sacramento click a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/uncion.htm
el sacramento de la uncion de los enfermos segun el catecismo catolico click http://www.jesus.2000.years.de/archive/catechism_sp/p2s2c2a5_sp.html
Dios queriéndose compadecer del dolor humano y el sufrimiento que produce el estar enfermo, quiso restablecer física y espiritualmente a quien padece la enfermedad, esto se ve más latente en el nuevo testamento, cuando su Hijo Jesucristo, sanaba de toda clase de dolencias a los hombres como parte de su labor mesiánica, “para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: “El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades”. “ (MATEO 8,17) y esta misión también se las encomendó a sus discípulos cuando les enviaba; “Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios” (MATEO 10,8)
De este modo la iglesia participando del poder sanador de Jesús suministra este sacramento a través de la imposición de las manos y la unción con el aceite tal como lo efectuaran los apóstoles; “agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien” (MARCOS 16,18) “expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban” (MARCOS 6,13), Pues era ya frecuente desde tiempos antiguos el uso del aceite para fortificar, restablecer y sanar las heridas. Y aunque en otros sacramentos el aceite es empleado para ungir a un elegido, aquí se nos muestra también su carácter como bálsamo que alivia al enfermo, este aceite corresponde al óleo santo que es bendecido por el obispo el jueves santo en la nisa crismal.
Este sacramento tiene como efecto fortalecer en la fe al enfermo y anciano que lo recibe, además La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la Iglesia, concede el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido acercarse al sacramento de la reconciliación, restablece la salud corporal y prepara para el paso a la vida eterna. “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados” (SANTIAGO 5,14-15).
La unción de los enfermos es administrada por el obispo y los presbíteros como sacerdotes que son y el enfermo puede recibirlo en más de una ocasión, por tanto no es conveniente dejar para la ultima hora el recibir la unción por miedo ó temor ante la eventual muerte, sino que por lo contrario cuando la enfermedad lo amerite no dudemos en llamar al sacerdote ó acudir al templo para recibir el sacramento.
A quienes acompañan al enfermo y a quienes lo asisten les será gratificante recordar las palabras del señor Jesús en el evangelio de Mateo ante el interrogante; “¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.” (MATEO 25, 39-40)
a continuacion encontraras la ceremnia de este sacramento click a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/uncion.htm
el sacramento de la uncion de los enfermos segun el catecismo catolico click http://www.jesus.2000.years.de/archive/catechism_sp/p2s2c2a5_sp.html
SACRAMENTO AL SERVICIO: MATRIMONIO
El sacramento del matrimonio es considerado un sacramento para el servicio, ya que por medio de este, el hombre y la mujer se unen indisolublemente con el fin de constituir una familia en donde los esposos se ayuden mutuamente y participen de la procreación y educación de los hijos.
El origen de la palabra matrimonio esta referida al vocablo matris munium que significa oficio de madre, pues tiene relación con la tarea de concebir y educar a los hijos que, por su propia naturaleza, se delegaba a la mujer; mas hoy en día podemos definir al matrimonio en la iglesia como el sacramento que santifica la unión indisoluble entre un hombre y una mujer cristianos, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus deberes de esposos y de padres.
Dios mismo constituyo este sacramento tal como nos lo narra el libro del génesis, cuando Dios le prodigo al hombre una compañera, “Dijo luego Yahvéh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (GENESIS 2,18) y desde entonces el hombre y la mujer se unen a pesar de sus diferencias para complementarse mutuamente a tal punto que lleguen a ser uno solo, “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne” (GENESIS 2,24), esta unión marital la bendijo Dios dándoles el mandato de ser fecundos, multiplicarse y gobernar la creación (Génesis 1).
Jesús mismo con su presencia santificara la unión de los esposos, tal como nos lo narra el pasaje de unas bodas en galilea, cuando transformo el agua en vino (Juan 2) y posteriormente al referirse al matrimonio, resalta la indisolubilidad del mismo, ya que era costumbre que en la antigüedad el hombre repudiara a la mujer y contrajera nuevas nupcias, “De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre” (MATEO 19,6 ) “Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio” ( Mateo 19, 9 ) y esta denuncia de Jesús, continua siendo frecuentemente recordada en la enseñanza de los apóstoles que condenan el adulterio como una falta grave no solo contra la unión de los esposos, sino también contra Dios; con todo lo anteriormente expuesto queda evidenciado las 3 propiedades fundamentales del Matrimonio como son: unidad, indisolubilidad y apertura a la fecundidad.
En el matrimonio civil ó en las uniones de hecho, a diferencia del matrimonio sacramental de la iglesia, se permite el divorcio ante el estado, mas en la iglesia aunque los esposos se separen legalmente, ellos continúan casados a no ser que por algún motivo se declare nulidad del acto matrimoniales decir que no se contrajo matrimonio válidamente.
Hoy mas que nunca es necesario que los esposos vivan en unidad, dándole sentido a la familia y recordando los votos que un día pronunciaron ante Dios y la iglesia, reavivando el amor que les unió y el respeto y dignidad que se deben mutuamente, “En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido” (EFESIOS 5,33) No en vano se va a comparar el amor que Jesús siente por la iglesia con el amor de los esposos.
Los celebrantes de este sacramento son los esposos quienes en su mutuo consentimiento dan forma y materia al sacramento en presencia del ministro ordenado quien junto con la asamblea son testigos del consentimiento dado ante Dios y bendecido por manos de su ministro, bien sea obispo, sacerdote ó diacono.
a continuacion encontraras la ceremonia de este sacramento click a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/matrimon.htm
el sacramento del matrimonio segun el catecismo dela iglesia catolica click http://ev6.org/archive/catechism_sp/p2s2c3a7_sp.html
El origen de la palabra matrimonio esta referida al vocablo matris munium que significa oficio de madre, pues tiene relación con la tarea de concebir y educar a los hijos que, por su propia naturaleza, se delegaba a la mujer; mas hoy en día podemos definir al matrimonio en la iglesia como el sacramento que santifica la unión indisoluble entre un hombre y una mujer cristianos, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus deberes de esposos y de padres.
Dios mismo constituyo este sacramento tal como nos lo narra el libro del génesis, cuando Dios le prodigo al hombre una compañera, “Dijo luego Yahvéh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada” (GENESIS 2,18) y desde entonces el hombre y la mujer se unen a pesar de sus diferencias para complementarse mutuamente a tal punto que lleguen a ser uno solo, “Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne” (GENESIS 2,24), esta unión marital la bendijo Dios dándoles el mandato de ser fecundos, multiplicarse y gobernar la creación (Génesis 1).
Jesús mismo con su presencia santificara la unión de los esposos, tal como nos lo narra el pasaje de unas bodas en galilea, cuando transformo el agua en vino (Juan 2) y posteriormente al referirse al matrimonio, resalta la indisolubilidad del mismo, ya que era costumbre que en la antigüedad el hombre repudiara a la mujer y contrajera nuevas nupcias, “De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre” (MATEO 19,6 ) “Ahora bien, os digo que quien repudie a su mujer - no por fornicación - y se case con otra, comete adulterio” ( Mateo 19, 9 ) y esta denuncia de Jesús, continua siendo frecuentemente recordada en la enseñanza de los apóstoles que condenan el adulterio como una falta grave no solo contra la unión de los esposos, sino también contra Dios; con todo lo anteriormente expuesto queda evidenciado las 3 propiedades fundamentales del Matrimonio como son: unidad, indisolubilidad y apertura a la fecundidad.
En el matrimonio civil ó en las uniones de hecho, a diferencia del matrimonio sacramental de la iglesia, se permite el divorcio ante el estado, mas en la iglesia aunque los esposos se separen legalmente, ellos continúan casados a no ser que por algún motivo se declare nulidad del acto matrimoniales decir que no se contrajo matrimonio válidamente.
Hoy mas que nunca es necesario que los esposos vivan en unidad, dándole sentido a la familia y recordando los votos que un día pronunciaron ante Dios y la iglesia, reavivando el amor que les unió y el respeto y dignidad que se deben mutuamente, “En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido” (EFESIOS 5,33) No en vano se va a comparar el amor que Jesús siente por la iglesia con el amor de los esposos.
Los celebrantes de este sacramento son los esposos quienes en su mutuo consentimiento dan forma y materia al sacramento en presencia del ministro ordenado quien junto con la asamblea son testigos del consentimiento dado ante Dios y bendecido por manos de su ministro, bien sea obispo, sacerdote ó diacono.
a continuacion encontraras la ceremonia de este sacramento click a este enlace http://www.jeaf.com/samasabe/matrimon.htm
el sacramento del matrimonio segun el catecismo dela iglesia catolica click http://ev6.org/archive/catechism_sp/p2s2c3a7_sp.html
SACRAMENTO AL SERVICIO: ORDEN SACERDOTAL
Por naturaleza propia todos los bautizados, estamos unidos al sacerdocio de Cristo y a este grado sacerdotal se le conoce como sacerdocio común; mas las sagradas escrituras nos indican otro grado de sacerdocio instituido por Jesucristo como es el sacerdocio ministerial, el cual ha de estar al servicio de los fieles " así como el padre me envío a mi, así yo los envío a ustedes" (Juan 20,21). A este sacerdocio ministerial se acede por medio del sacramento del orden.
la palabra ordenación tiene su origen en el vocablo " Ordinato" = ordenación, la cual se utilizaba en el imperio romano para designar la entrada en el escalafón de los funcionarios imperiales, de modo que ya forme parte de un orden diferente del resto del pueblo.
A partir del siglo tercero esta denominación se extenderá a toda la iglesia dando nombre al sacramento del orden tal como hoy en día lo conocemos y por medio del cual se consagraron Obispos, Presbíteros y Diáconos algunos varones, los cuales reciben lo mismo que en el bautismo y la confirmación, un sello indeleble o carácter, el que les acompañará durante toda su vida, consagrándoles al servicio de Cristo y su iglesia; designaron presbíteros en cada iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al señor en quien habían creído" (Hechos 14,23).
Es conocido como antes de Jesús, en Israel estaba constituido el sacerdocio levítico, en donde estos sacerdotes sacrificaban y ofrecían a Dios animales y otras especies para el perdón de los pecados; "por que todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres y esta puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados y puede sentir compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también el envuelto en flaqueza y a causa de la misma flaqueza debe ofrecer por los pecados propios igual que por lo de su pueblo" (Hebreos 5 1-3).
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que esta en ti por la imposición de mis manos" (2Timoteo 1,6) de este modo cuando Jesús eligió dentro de 70 discípulos a 12 apóstoles, les dio el poder de celebrar la Eucaristía (Lucas 22,19), de perdonar los pecados y de bautizar, curar y predicar (Mateo 28-s) por tanto los ministros válidamente ordenados, son constituidos para ejercer su servicio en el pueblo de Dios a través de la enseñanza, el culto divino y el gobierno pastoral.
Desde los inicios de la iglesia, este sacramento es conferido en 3 grados:
1. EPISCOPADO: referido a los obispos que poseen el orden en toda su plenitud y reciben el ministerio de los apóstoles, por lo que se constituyen en pastores de la iglesia y presiden una comunidad, los obispos son ordenados en ceremonia donde se requiere de 3 obispos que trasmitan la sucesión de los apóstoles y han de ser tanto para el rito latino como oriental hombres célibes, "es cierta esta afirmación: si alguno aspira al cargo de epíscopo, desea una noble funcion" (1Timoteo 3,1)
2. PRESBITERADO: referido a los sacerdotes, estos aunque no alcanzan la plenitud del episcopado, se encuentran unidos a sus obispos en el sacerdocio ministerial de Cristo; reciben la ordenación por manos del obispo y en la iglesia romana se requiere que sea célibe, mas en otras denominaciones el celibato del presbítero es opcional. "El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené" (TITO 1)
3 Diáconos; son ministros ordenados para auxiliar en el servicio a los presbíteros y al obispo, no reciben el sacerdocio ministerial, mas se les confiere funciones importantes, los diáconos pueden ser casados en el caso de los diáconos permanentes. “Primero se les someterá a prueba y después, si fuesen irreprensibles, serán diáconos “(1 TIMOTEO 3,10)
Solamente los Obispos válidamente ordenados pueden administrar el Sacramento del Orden y sólo el varón bautizado lo puede recibir válidamente, por lo que no se confiere a las mujeres.
A toda la comunidad, le ha de ser menester, orar por sus ministros, reconociendo que en ellos se manifiesta el poder de Cristo actuante en su iglesia, aunque para ello se valga de la debilidad propia de la condición humana del ministro, mas esto no invalida la eficacia del actuar divino, ante lo anterior es bueno recordar las frases de Jesús que nos invita a orar por las vocaciones; Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (MATEO 9, 37-38)
A toda la comunidad, le ha de ser menester, orar por sus ministros, reconociendo que en ellos se manifiesta el poder de Cristo actuante en su iglesia, aunque para ello se valga de la debilidad propia de la condición humana del ministro, mas esto no invalida la eficacia del actuar divino, ante lo anterior es bueno recordar las frases de Jesús que nos invita a orar por las vocaciones; Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (MATEO 9, 37-38)
En la celebración de este sacramento podemos encontrar tres partes:
La preparación. Que está integrada por la llamada a los candidatos, presentación al Obispo, elección y alocución del Obispo, un pequeño diálogo y las letanías
De los Santos.
La Imposición de manos y oración consacratoria. Que es el momento central del sacramento.
El gesto de la imposición de manos conlleva en toda la tradición bíblica (Núm 27, 15-23; Dt 34,9; 1 Tim 4,14; 2 Tim 2,6) la idea de la transmisión de un oficio.
En la consagración episcopal, son todos los obispos presentes (al menos tres) quienes impondrán las manos al candidato; acto seguido se pondrá sobre su cabeza el libro abierto de los Evangelios. En la ordenación Presbiteral, los Presbíteros presentes imponen las manos como gesto de acogida al nuevo ordenado, pero es la imposición de manos del Obispo el signo que hace efectiva la ordenación.
Para terminar el rito, se han ido introduciendo a lo largo de la historia diferentes acciones explicativas del ministerio que va a ejercerse:
*Al Obispo se le otorgan el báculo y se le impone un anillo episcopal, también recibe el libro de los evangelios y se sienta en la cátedra, ungiéndosele la cabeza.
*Los Presbíteros reciben la patena y el cáliz, se les ungen las manos y se les coloca la estola y la casulla.
*A los Diáconos se les entrega el libro de los evangelios, imponiéndoles la estola cruzada por el pecho y la dalmática.
La preparación. Que está integrada por la llamada a los candidatos, presentación al Obispo, elección y alocución del Obispo, un pequeño diálogo y las letanías
De los Santos.
La Imposición de manos y oración consacratoria. Que es el momento central del sacramento.
El gesto de la imposición de manos conlleva en toda la tradición bíblica (Núm 27, 15-23; Dt 34,9; 1 Tim 4,14; 2 Tim 2,6) la idea de la transmisión de un oficio.
En la consagración episcopal, son todos los obispos presentes (al menos tres) quienes impondrán las manos al candidato; acto seguido se pondrá sobre su cabeza el libro abierto de los Evangelios. En la ordenación Presbiteral, los Presbíteros presentes imponen las manos como gesto de acogida al nuevo ordenado, pero es la imposición de manos del Obispo el signo que hace efectiva la ordenación.
Para terminar el rito, se han ido introduciendo a lo largo de la historia diferentes acciones explicativas del ministerio que va a ejercerse:
*Al Obispo se le otorgan el báculo y se le impone un anillo episcopal, también recibe el libro de los evangelios y se sienta en la cátedra, ungiéndosele la cabeza.
*Los Presbíteros reciben la patena y el cáliz, se les ungen las manos y se les coloca la estola y la casulla.
*A los Diáconos se les entrega el libro de los evangelios, imponiéndoles la estola cruzada por el pecho y la dalmática.
El sacramento del orden sacerdotal según el catecismo de la iglesia católica click http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c3a6_sp.html
Cuestionémonos sobre algunos conocimientos sobre los sacramentos:
1 ¿ Sabes qué significa la palabra sacramento ?
2 ¿ Tienes conocimiento de cuántos sacramentos existen ?
3 ¿ Cuál es el origen de los sacramentos ?
4 ¿ Reconoces la diferencia entre sacramento y sacramental?
5 ¿ Cuáles son lo sacramentos que imprimen carácter?
6 ¿ Cuáles son los sacramentos de iniciación, cuales los de curación, y cuáles los de servicio?
7 ¿ puedes definir cada uno de los siete sacramentos y sus principales efectos?
8 ¿ Reconoces cuáles son los ministros que pueden suministrar cada sacramento?
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